En la seccin Tribuna del diario El Pas del pasado da 19, Angel Escribano, Consejero Delegado de Escribano Mechanical and Engineering abogaba por la puesta por la recuperacin industrial en la era post COVID-19.
Como CEO de una empresa familiar industrial del sector de la seguridad ubicada en la Comunidad de Madrid y que ha tenidoel honor de ayudar al pas en una de las batallas logsticasa las que nos hemos enfrentado contra la covid-19, ha sido una primera mitad de 2020 especialmente intensa. Como la de todos, por otro lado.
Por lo general, el verano es un buen momento para escribir un artculo como este: paramos por un instante, pasamos ms tiempo con familia y amistades, respiramos con calma. Nos da tiempo a pensar en lo que hemos hecho en el ao anterior. A mirarlo con ms distancia y sin la inmediatez ni la presin del da a da (compromisos, facturas, pedidos, trabajadores, entregas). Esto nos permite pensar de manera ms estratgica. En este sentido, agosto se asemeja a Nochevieja: uno saca conclusiones del pasado y guas de accin para el futuro.
Mi empresa, Escribano Mechanical Engineering, particip junto con otra compaa madrilea,la fabricante de productos sanitarios Hersill, en la creacin urgente de la lnea de produccin nacional de 5.000 respiradores artificiales y ventiladores pulmonares tan necesarios para el tratamiento de la covid-19.
Otros ya han contado esta historia pero merece la pena resumirla en unas lneas: el sbado 14 de marzo se declar el Estado de Alarma y el pas se dio cuenta de que los respiradores eran un equipamiento crtico para el tratamiento de la covid-19, que era necesario multiplicar por diez su produccin nacional y que el cierre de fronteras global y la competicin internacional poda dejarnos sin este producto bsico. Siguiendo las indicaciones del Ministerio de Industria, y junto a Hersill, nica compaa espaola con una marca de ventiladores propia y ubicada en Mstoles, y teniendo en cuenta la capacidad de produccin de nuestra fbrica de Alcal de Henares, se logr poner en marcha en apenas 20 das una lnea de fabricacin nacional de respiradores. As, el viernes 3 de abril ya se estaba produciendo el primer centenar de unidades, que inmediatamente se remitan a los hospitales donde eran ms necesitados. Creo sinceramente que ste ha sido un proyecto ejemplar de colaboracin pblico-privada realizada en un tiempo rcord y que ha ayudado a salvar vidas. Y creo que esta experiencia revela ciertas claves sobre el contexto global en el que nos encontramos, los desafos a los que nos enfrentamos y nuestras fortalezas y debilidades como pas en el nuevo mundo a construir.
Debemos sacar lecciones. Y como deca ms arriba, agosto es un mes ideal para hacerlo.
En primer lugar, la importancia de que nuestro pas mantenga capacidades productivas propias: como pas desarrollado, y a pesar de entender bien cmo hemos llegado hasta esta situacin (excesos de la globalizacin, deslocalizacin de nuestras fbricas,offshoring), no puede ocurrirnos de nuevo que una crisis nos impacte de tal manera por falta de capacidad de fabricacin o ruptura de cadenas de suministros crticos. Mascarillas y otros equipos de proteccin individual no son especialmente complejos y, sin embargo, nos dejaron fuera de juego durante las primeras semanas de la crisis. Abundan ejemplos parecidos sobre otros activos en caresta en nuestro pas (ciertos medicamentos, los respiradores antes mencionados). Durante las ltimas dos dcadas hemos visto desde nuestra empresa y en nuestro sector cmo poco a poco Espaa ha ido perdiendo capacidad de ingeniera y produccin propias, lo que ha daado nuestra capacidad de respuesta ante crisis sobrevenidas. Esa ha sido una de las externalidades negativas de la globalizacin: se aument la eficiencia econmica de nuestras sociedades pero se da nuestra resiliencia. Existe ya cierto consenso en que nuestro pas y la Unin Europea debern tener un cierto grado de autonoma estratgica va una re-industrializacin en torno a reas y suministros crticos y disminuir nuestra dependencia de cadenas de suministro global. Este proceso de relocalizacin (near-shoring) estar plagado de oportunidades para nuestras sociedades: hay que identificar y crear capacidades industriales, readaptar sectores crticos (sanitario, energtico), fabricar un nuevo mundo. Como pas debemos formar parte de esa conversacin y ser giles a la hora de identificar y ofrecernos como solucin a los problemas que surgirn.
En segundo lugar, saquemos pecho del clster innovador, tecnolgico e industrial de la Comunidad de Madrid. En el caso de los respiradores, en menos de tres semanas istraciones pblicas y empresas privadas fuimos capaces de encontrar una solucin tecnolgica slida. No fue un xito menor, considero, y se hizo posible gracias a la movilizacin de activos cientficos, tecnolgicos, industriales y financieros ya existentes en nuestra regin. Pases de nuestro entorno como Francia, Reino Unido y Alemania aprecian su propia tecnologa y su empuje innovador.
En nuestro pas tendemos a menospreciar los nuestros. A lo mejor el discurso pblico y nuestra percepcin colectiva negativa reflejan ms una profeca auto cumplida de por qu no conseguimos ciertos hitos que una realidad. Podra ser que no estuviramos explotando todo nuestro potencial por un pensamiento auto limitante?, qu oportunidades industriales y econmicas en este nuevo mundo aparecern ante nosotros si hacemos balance con mayor confianza de nuestras capacidades existentes y miramos con audacia y amplitud de miras al futuro que est por construir? Sector sanitario, energtico y renovable, renacionalizacin de cadenas de produccin (near-shoring) son oportunidades geoeconmicas que ya otros han identificado. Estoy seguro de que, como veo a diario en mi empresa y como fui testigo en la crisis de los respiradores, nuestras capacidades regionales pueden dar mucho ms de s si estn acompaadas de una visin ms optimista y constructiva de nuestros activos.
En tercer lugar, existen mensajes sobre nuestro sector que los actores industriales repetimos pblicamente cuando se nos requiere: que la industria genera empleo de calidad y valor aadido (con una gran contratacin de alumnos de formacin profesional y de doctores en ramas tecnolgicas y cientficas), que sus efectos econmicos directos e indirectos sobre el resto de la economa son amplios (el clculo repetido de que por cada euro invertido en el sector se generan 2,5 euros de retorno), que la industria es consumidora directa de tecnologa en los productos que fabrica (lo que permite aprovechar el talento cientfico espaol, que no dispone de muchos otros canales en nuestro pas a travs de los cuales realizar su aportacin a nuestra sociedad), que todo lo anterior implica una alta productividad (asunto en el que nuestro pas debe seguir mejorando), etc. No porque se repitan a menudo y puedan aburrir al lector dejan de ser menos ciertos.
Otro argumento que se ha sumado a esta lista es aquel de que los pases con ms industria y menos tercerizados han sido ms resilientes al impacto econmico de la pandemia (porque turismo y servicios, predominantes en nuestro pas, dependen de un alto o social y se ven, por tanto, muy afectados por la covid-19). Todos ellos apuntan a una conclusin clara: el sector industrial es una clara apuesta para la reconstruccin de nuestra economa. Continuar los trabajos en lnea con las recomendaciones europeas de elevar el peso de la industria en nuestro PIB desde el 16% en el caso de Espaa hasta el 20% y hacerlo incluyendo las reflexiones que esbozamos antes (renacionalizacin, transformacin de sectores, generacin de capacidad fabril propia) es un buen camino a seguir.
Y, en cuarto lugar, debe fomentarse el dilogo entre istraciones y sector pblico. La iniciativa de los respiradores fue un ejemplo paradigmtico. La lnea de trabajo del Gobierno de hacer pas y construir capacidades propias en permanente conversacin con los actores privados es acertada. Sus peticiones de responsabilidad a las empresas (de coadyuvar en los esfuerzos, primero, de gestin de la crisis y, ahora, de reconstruccin) es justa, en mi opinin, pues la resiliencia, como hemos visto durante la pandemia, la construimos entre todos.
Por ltimo, el Gobierno tiene una visin panormica de la actualidad y una legitimidad e influencia global que puede ayudar sobremanera a que nuestra economa y nuestra industria se posicionen en nichos adecuados; no es casualidad que Alemania y Francia no slo protejan a sus empresas sino que impulsen su posicionamiento global. Analistas y consultores que reflexionan sobre este debate empresa-istracin hablan de escribir un nuevo contrato social entre sector privado y sector pblico que incluya estos nuevos matices a sus relaciones en el siglo XXI, mucho ms complejas y ricas en sinergias en este entorno incierto.
En suma, seamos curiosos y pro-activos en la bsqueda de oportunidades en esta nueva normalidad. Confiemos ms, mucho ms, en nuestro ingenio y en nuestras capacidades cientfico-tecnolgicas; seamos ms osados y tengamos mayor amplitud de miras en la competicin global por las nuevas oportunidades. Dialoguemos ms entre istraciones pblicas y empresas: cuando ambos sectores hemos ido de la mano hemos logrado los mejores xitos. Por ltimo, encajemos estas piezas en una estrategia de poltica industrial nacional que aumente el nivel de bienestar de nuestro pas, d oportunidades profesionales y de desarrollo a nuestros ciudadanos y a nuestros jvenes y vertebre territorio.
Estas son algunas reflexiones de verano: agosto es un momento propicio para trascender lo inmediato y pensar en largo plazo. Debatamos sobre ellas y sobre otras. Ya llegar septiembre y comenzaremos a construir lo nuevo, que probablemente nos llevar dcadas. (Angel Escribano, Consejero Delegado de Escribano Mechanical and Engineering)
Fotografa: ngel Escribano, Consejero Delegado de Escribano Mechanical and Engineering