El atentado terrorista ocurrido recientemente en Niza, Francia, ha dejado nuevamente en evidencia la fragilidad de los sistemas de seguridad en torno a la proteccin de las personas, especialmente si se tiene en consideracin que se est frente a una amenaza de gran complejidad como es el terrorismo. Valga recordar que el 2014, el nmero total de muertes por acciones terroristas se increment en un 80% en comparacin con el ao anterior. Este ha sido el mayor incremento anual en los ltimos 15 aos. De igual forma, desde el comienzo del siglo XXI, se ha multiplicado por ms de nueve el nmero de muertes por terrorismo, pasando de 3.329 en 2000 a 32.658 en 2014.
En este contexto, o ms bien en esta guerra, las amenazas se han caracterizado por su carcter transnacional, su estructura ms bien horizontal, difusa, interconectada e inteligente, con una gran capacidad para adaptarse a los entornos hostiles. Un enemigo que est representado por grupos o individuos radicalizados, quienes no trepidan en penetrar el tejido social para hacer de su actividad cotidiana una perfecta pantalla annima y ms complejo aun, un enemigo para el cual el campo de batalla es un parque, un estadio, una estacin de metro o un avin de pasajeros.
A partir de su accionar imprevisible y altamente efectivo, si se considera que esta es en buena parte una guerra de las ideas, es que surgen crticas en torno a las capacidades alcanzadas por los pases de occidente en el mbito de la inteligencia, elemento que tradicionalmente ha sido clave en la lucha antiterrorista.
Por ms de una dcada se han hecho esfuerzos para mejorar las capacidades en torno a esta funcin, capacidades que fueron quedando obsoletas, con estructuras anticuadas caducas o estrategias ineficaces frente al fenmeno terrorista. Sin embargo, este mejoramiento de capacidades debe enfrentar serios desafos como los que plantea el marco legal o regulatorio de cada pas, el pretendido respeto a la privacidad de las personas, los celos propios de las agencias de inteligencia, los costos asociados a operaciones de alta complejidad y por ltimo, el foco en el desarrollo de tecnologa asociada a la recoleccin de informacin; estos son sin lugar a dudas, algunos de los factores que han incidido en la eficiencia y resultados obtenidos hasta ahora.
Para modificar esta evaluacin, es fundamental poner nfasis en dos efectos altamente deseables en torno a la inteligencia en general, pero particularmente cuando se trata del combate al terrorismo. En primer lugar, sinergia, que se obtiene a partir de la adecuada integracin de capacidades humanas y tcnicas, la estrecha coordinacin entre agencias de inteligencia mediante detallados procedimientos para compartir informacin y por ltimo, la orientacin hacia esfuerzos convergentes ante una amenaza reconocida como comn. Junto a lo anterior, la anticipacin, que permite actuar con iniciativa y libertad de accin, siendo fundamental para reducir las probabilidades de que sigan ocurriendo actos terroristas de la magnitud e impacto meditico como los que hemos presenciado recientemente.
Un aporte crtico a lo sealado anteriormente, dice relacin con el desarrollo del concepto o funcin de Inteligencia Humana o HUMINT, categora de inteligencia que se obtiene y es proporcionada por fuentes humanas, la funcin ms clsica y antigua de la inteligencia y que ha sido desplazada principalmente por la preponderancia de las capacidades tecnolgicas versus las humanas.
Recordemos que hace ms de dos mil quinientos aos, Sun Tzu en su clebre obra El arte de la guerra hablaba de la gran importancia que tenan los espas dentro de la guerra y de la necesidad de un uso razonable y sabio de los mismos por parte del gobernante, ya que con la informacin adecuada, una guerra costosa que se poda prolongar meses o incluso aos, con un gran coste econmico y en vidas para el pueblo podra terminarse en un solo da mediante una operacin acertada.
En definitiva, si se pretende evitar sorpresas estratgicas, operacionales o tcticas en esta guerra contra el terrorismo es necesario incrementar las capacidades de la inteligencia, elemento crtico para enfrentar a un enemigo cuya voluntad y capacidad de atentar es hasta ahora imprevisible. (Coronel Christian Bolvar Romero, Director de la Academia de Guerra del Ejrcito de Chile)
Fotografa: Energa 16.