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Viernes, 23 de mayo de 2025 Iniciar Sesin Suscrbase

Trump y Plan Mxico: Cuarteles como bases militares de EEUU 3y1c40

Todas las propuestas estadunidenses en materia de seguridad nacional deben leerse a partir de lo que no dicen pero que se encuentra en el escenario estratgico en los pasillos del poder: ms que el Plan Colombia de 1999 para combatir el narco, ahora la istracin Trump quiere un acuerdo militar con Mxico como el que firm con Colombia en 2009. En Colombia el primer paso fue el Plan promovido por el presidente Clinton para tomar el control de la produccin y trfico de drogas en aquel pas, sobre todo por la presencia de la guerrilla de las FARC no slo como organizacin de lucha armada por el poder, sino con posiciones territoriales articuladas a la produccin y trasiego de droga hacia los EE.UU. y acciones terroristas. El Estado colombiano haba sido rebasado por la guerrilla y sus alianzas con el crtel de Medelln.

En 2009, el presidente Obama promovi un acuerdo militar para que fuerzas operativas del ejrcito estadunidense tuvieran no slo presencia en Colombia, sino que usaran como propios siete cuarteles militares colombianos y estacionaran efectivos civiles y militares, tanto de operaciones de campo como de investigacin de inteligencia. De acuerdo con el texto ntegro del acuerdo, fueron inicialmente 800 militares y 600 contratistas civiles. Estos efectivos tuvieron inmunidad por efectos de las acciones operativas.

La "oferta de Trump al presidente Pea Nieto en una conversacin telefnica informal llevaba implcito, de acuerdo con fuentes estadunidenses, el doble acuerdo colombiano, a partir del hecho de que la primera carta de acuerdo de la Iniciativa Mrida, de 2008, inclua no slo el apoyo y financiamiento estadunidense, sino la cooperacin. A lo largo de los ltimos aos, Mxico ha sido siempre un objetivo para la presencia fsica de militares estadunidenses, primero en pozos petroleros con Jimmy Carter y Reagan y luego en zonas de intensa presencia de los crteles del crimen organizado.

En esos aos, las Fuerzas Armadas han sido resistentes a esa presencia, a pesar de las extraordinarias relaciones entre el ejrcito mexicano con el ejrcito estadunidense y el creciente papel activo -hoy con la coordinacin de la Conferencia de Ejrcitos Americanos- de los altos mandos militares y marinos en reuniones bilaterales constantes. Para el Ejrcito mexicano el ejercicio de la soberana se basa en la defensa castrense de las instituciones, sin permitir presencia de fuerzas armadas extranjeras. La queja de Trump con Pea Nieto en el sentido de que no haba habido avances y que haba inclusive debilidad y temor mexicano fue ms bien una agresin negociadora: demeritar resultados por la va de la opinin, sin reconocer que el problema en Mexico ya no es de crteles formales sino de bandas atomizadas y sobre todo de la incapacidad policiaca para hacerse cargo de la persecucin de narcotraficantes. La extradicin de El Chapo a los EE.UU. y la ofensiva contra el H9 del crtel de los Beltrn Leyva en Nayarit fue un mensaje a la Casa Blanca sobre el aumento en la lucha contra el crimen organizado que tanto preocupa.

Washington quisiera meter militares y civiles en Mxico para hacerse cargo en forma directa del combate a los narcos, pero con el riesgo -calculado o, peor, buscado, para aumentar acciones militares- de que esos efectivos extranjeros sean agredidos para ir escalando su presencia como ocurri en Vietnam. El riesgo de la militarizacin de Mxico no es de militares mexicanos sino estadunidenses. (Carlos Ramrez / www.elvigia.net


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