La Primera Guerra Mundial convirti a la Aviacin, un Arma balbuceante hasta poco antes, en un argumento blico de primera magnitud. Todas las potencias beligerantes comenzaron a construir ms y ms poderosos aviones y en esta carrera los britnicos obtuvieron grandes triunfos. Uno de ellos se lo proporcion un biplano de singulares caractersticas, el DH4, cuyo primer vuelo tuvo lugar en agosto de 1916. Salido de los talleres de la Aircraft Manufacturing Company, de Hendon, obra de Geoffrey De Havilland, despert, apenas fue puesto en manos de los pilotos de la Escuela Central de Aviacin, comentarios entusiastas. Y no era para menos.
Con la carga de combustible al completo, lo que le ofreca una autonoma de cuatro a cinco horas; dos bombas de 230 libras y dos tripulantes piloto y observador; alcanzaba las 3.150 libras de peso total pese a lo cual era capaz de situarse a 10.000 pies de altura en tan slo diecinueve minutos volando, acto seguido, a 108 millas por hora. Unas cifras realmente espectaculares, para la poca. El motor, en los primeros aviones de serie, era un Rolls-Royce Eagle III, de 270 Cv., aunque luego, adems de ste, se incorporaron otros.
En abril de 1917, el Escuadrn n 55 del entonces Royal Flying Corps inici sus operaciones con DH4, en Francia, en tareas de bombardeo y de reconocimiento fotogrfico. Benjamin Silly, uno de los de la unidad, tras comentar que tomaban las fotografas a 23.000 pies, dijo: A esa altura ningn enemigo poda acercarse al DH4, y uno llevaba a cabo su trabajo en perfecta seguridad y paz, bien provisto con un aparato de oxgeno y enfundado en ropa trmica calentada elctricamente. Lo nico que quedaba expuesto al intenso fro era el rostro y nos lo protegamos pintndonoslo, as como el cuello, con aceite de ballena y cubriendo la cabeza con un casco de cuero. Las operaciones a esa altitud eran algo nuevo y hubo de aprenderse mucho sobre su efecto en las tripulaciones. Curiosamente, los observadores eran ms proclives a sufrir de falta de oxgeno que los pilotos, al ser el esfuerzo psquico de los primeros mayor.
En los vuelos, tanto de reconocimiento como de bombardeo, los DH4 eran protegidos por otros aviones; por ejemplo los SE5As y los Sopwith Dolphins. Luego, al dotrseles con motores ms potentes, en concreto con el Rolls-Royce Eagle VIII, de 375 Cv., los DH4 pudieron alcanzar la altura y la velocidad de los temibles Zeppelines germanos aunque esto les supuso pivotar sobre su mayor defecto, los aterrizajes nocturnos, que hasta entonces haban tratado de evitarse. Sin embargo, como los Zeppelines tan slo se dejaban ver sobre suelo britnico durante las horas de oscuridad, no hubo ms remedio que asumir el desafo.
Texto: Nuria Larrubia
(Fotos y lmina tomadas de The Rolls-Royce Magazine)