Con la desaparicin del rey don Sebastin de Portugal en la trgica batalla de Alcazarquivir en 1578, el derecho al trono vacante iba a suscitar agria discordia por la porfa de los pretendientes: Felipe II de Espaa y don Antonio, pror de Crato. El monarca espaol, como hijo legtimo de la emperatriz Isabel, arga ser ms digno sucesor de la corona lusa; por la parte contraria, don Antonio, fundamentaba poseer lneas ms directas de parentesco.
En el curso de la polmica, el Rey de Espaa emple tonos persuasivos, pero ante la intransigencia del pror, se vio forzado a usar la fuerza, por cuyo motivo envi un potente ejrcito al mando del duque de Alba, que en escaso tiempo le derrotara en la batalla de Alcntara, en el ao 1580. Esta victoria tuvo como consecuencia que por las Cortes de Thomar celebradas al ao siguiente, el rey Felipe II fuese proclamado Rey de Portugal, quedando de este modo establecida la llamada Unidad Ibrica.
Al tener Espaa por entonces a lo ms nutrido de sus ejrcitos entretenidos por las campaas de los dominios europeos, se vio la necesidad de crear nuevas fuerzas con que hacer frente al obcecado pretendiente, que habiendo sido arrojado de la pennsula insista en presentar batalla, esta vez desde las islas Azores.
El 30 de abril de 1580 tuvo lugar la creacin de un cuerpo levantado bajo el pie de Tercio, formado con la recluta llevada a cabo por las provincias occidentales de Castilla, y en especial en Zamora, nombre que pasado el tiempo haba de adoptar como regimiento.
Fue su primer maestre de Campo don Francisco de Bobadilla, que compuso este Tercio con una leva de 3.000 hombres que dividi en doce compaas al mando de otros tantos capitanes. Por supuesto que a partir de ese momento llevara el nombre de su fundador: Tercio de Bobadilla.
Segn el conde de Clonard, este tercio recibi su bautismo de fuego en el ao 1582, en la operacin emprendida contra el pror de Crato, refugiado con sus huestes en las islas Terceras, que era donde mantena an su obstinada posicin de rebelda.
El Tercio de Bobadilla embarc a bordo de la flota del invicto don Alvaro de Bazn y en la travesa rumbo a las islas y a la altura de Villafranca se top con una escuadra sa, entablndose combate que al principio fue de resultados inciertos, pero acab por imponerse el bro de los espaoles. En llegando a las Azores se trab batalla contra las fuerzas del de Crato, siendo vencidas y obligadas a abandonar las islas y por este hecho meritorio sera conocido en adelante como Tercio de las Azores.
Cuando en el ao 1585 es trasladado a los Pases Bajos, volver a cambiar de nombre, titulndose ahora Tercio Departamental de Holanda. Todas las lneas de este tercio bravo y pelen van a transcurrir en lo que falta de siglo y a lo largo del siglo XVII, por los campos de Flandes, norte de Francia, de Italia y an de Alemania. Se va a distinguir en los asedios de Venloo, Grava y Bergh-Op-Zoom, donde se destaca por su arrojo uno de sus capitanes: Suero de Quiones. Pasa a la provincia de la Picarda sa y sitia Tillemont, Nivelle y La Chapelle, rindindolas con decidido herosmo. Ms tarde, en los comienzos del siglo XVII, vuelve a campear por Flandes, esta vez a las rdenes del general Spnola, actuando en Ostende, Gante y Omdemburgo; despus tambin con Spnola cruza el Rhin y toma parte en la Guerra de los Treinta Aos con accin en la Montaa Blanca, Maestrick, Ratisbona y el Alto Palatinado. Y es as cmo el ya viejo y curtido tercio va por esos caminos de Europa escribiendo pginas para la historia.
Regresa a Espaa cuando ya reina el primer Borbn: Felipe V, y viene tan mermado de hombres que es preciso reponerlos, por lo que se decide refundirle los Tercios de Mondoedo y Compostela, este ltimo de rancio abolengo, pues le form el capitn general de Galicia, duque de Hjar.
Estando en Salamanca el 6 de febrero de 1704, el heroico tercio queda organizado como regimiento de Zamora al mando del maestre de Campo don Pedro Antonio de Eraso y Borunda. Al ao siguiente y en funcin de la nueva renovacin del Ejrcito, es elevado a la categora de regimiento con el nombre de Zamora al mando del coronel don Alonso de Correa. Ms adelante y por una Real Ordenanza en 10 de febrero de 1718, se le dara ya de modo definitivo el nombre fijo de Zamora.
Desencadenada en Espaa la Guerra de Sucesin, toma parte activa en las operaciones contra Portugal y dems frentes, que da origen al enfrentamiento con el archiduque Carlos, as todo el tiempo que dura la contienda hasta que finaliza sta por el tratado de paz negociado en Utrecht en el ao 1713.
Los aos que siguen, Espaa disfruta de una calma relativa, hasta que en el ao 1777, el de Zamora es enviado a tierras americanas, nuevo teatro de hostilidades; desembarca en Montevideo y pasa a Punta Grossa y Lubaln, donde combate con los portugueses, y en sta brilla por su valenta la compaa de Granaderos del regimiento.
Estando en Buenos Aires, cede 160 hombres para completar el regimiento de la ciudad llamado 1 Americano. Luego parte para Mjico cumpliendo una orden superior al objeto de fortalecer la guarnicin de la capital de la Nueva Espaa; hace servicios de escolta y guarnece el castillo de Perote. En una ceremonia hondamente emotiva celebrada en la capital, se le bendice la bandera y se le considera como la hijuela de la Pennsula.
El Zamora, a su regreso a la patria, tiene que ceder el tercer batalln en base para formar el regimiento de Voluntarios de Castilla, as dispuesto por el Consejo de la Regencia, pero dada la confusin del momento y al no haber unidad de criterio, se resuelve que dicho batalln sirva de nueva base para formar un 2 regimiento de Zamora.
En el ao 1806 es agregado el regimiento de Zamora al cuerpo expedicionario del marqus de la Romana, y ya en pos de la que haba de ser triste aventura, se le incluye en la divisin de OFarril con destino a Etruria; acta por los diversos frentes de Italia y despus de pasar los Apeninos, llega a Baviera y estando en Wiheim, son recibidos con grandes muestras de iracin por Maximiliano Jos 1 en compaa de la Corte, y en el transcurso de una comida dada a sus jefes, el barn de Montgelas exclama entusiasmado a la vista de estas tropas, comprendo las grandes hazaas de los ejrcitos de Carlos V.
Enterados de los sucesos de 1808, procuran volver a Espaa arrostrando las mil vicisitudes que hubieron de pasar todas estas tropas expedicionarias; pero en llegando a la patria, se hubo de reconocer sus hechos heroicos y a ttulo de honor se le concedi el que figurase en sus banderas la inscripcin de La Patria es mi norte y la fidelidad mi divisa y es de ah de donde procede su sobrenombre..
Texto y dibujo: Miguel Montaner