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Viernes, 23 de mayo de 2025 Iniciar Sesin Suscrbase

Tercio "Sicilia" 312z21

El sano ideal de los Reyes Catlicos por establecer en Espaa la unidad, no estaba exento de buenas y justificadas razones, pero en la prctica la cuestin de religin no dejaba de ser un sueo irrealizable. Los musulmanes que quedaron en la pennsula aparentaban sometimiento y, sobre todo, falsa conversin, y en cuanto a aquellos ms rebeldes que pasaron a frica, llegaron a constituir en aguas del Mediterrneo un foco de perenne piratera que tena en contnua zozobra a costas levantinas, a ms de representar un peligroso vnculo hacia la amenazante expansin del Imperio Otomano.

Para cortar este mal, y en opinin de la reina y por consejo del cardenal Cisneros, se decidi tomar el norte de frica. Mientras, el rey Fernando, recordando viejas aspiraciones del reino de Aragn, sentara reales en la pennsula italiana.
Para llevar a cabo este plan pensado por el sagaz don Fernando, parti para tierras de Italia una expedicin militar al mando de Gonzalo Fernndez de Crdoba, ya acreditado en las lides de Granada, que llevaba nuevas tcticas y nuevos conceptos de infantera y que dejara plasmada en prximas contiendas la que iba a ser la mejor infantera del mundo. En Italia se iba a encontrar con un adversario que no haba secundado los planes del rey espaol, el rey francs Carlos VIII. Pero no importan a don Gonzalo las aspiraciones de aquel monarca al que vencer de modo rotundo, acrecentando su fama y situando a. Espaa en el rango de potencia. El Gran Capitn, que puso los primeros cimientos de esa inolvidable infantera, ser el que, con el tiempo, una vez pasada su mtica epopeya, d el paso a modernas organizaciones militares y, conservando su espritu de amor patrio, se crearn los gloriosos Tercios que tanto prestigio dieron a Espaa.
Estos Tercios, que fueron creados en Italia, obtuvieron su total nombrada por tierras de Flandes y all causaron temor y iracin, tanto en esto, que en sus desfiles hacan clamar a las gentes de entusiasmo por el porte. Pues ms bien parecan todos hijos de cuna hidalga por la tanta arrogancia y gallarda que ponan a su paso.
En Italia, y en el ao 1530, se formaron los cuatro primeros Tercios: el de Sicilia, Npoles, Lombarda y Cerdea. Luego se aadira el que llevaba nombre espaol: Mlaga. El de Sicilia, que es el que representa la lmina, era mandado por el maestre de campo don Diego Enrquez y segundo jefe fue el sargento mayor don Antonio de vila.
Estos Tercios de espaoles, como se ha dicho, fueron creados en Italia y normalmente residan all. Tercios viejos, que ms adelante seran llamados y que, dotados de nueva savia, fueron enviados a Flandes an reinando Carlos V, y que en el reinado de Felipe II alcanzaran su mximo esplendor. El nombre de Tercio no est suficientemente aclarado y es confuso su origen. Algunos historiadores dicen que se debe al estar formados por las tres armas: Ballesteros, Arcabuceros y Piqueros; otros, a que siendo su fuerza primitiva de 3.000 hombres, al quedar reducidos a 1.000, supona un Tercio de aquellos. Pero lo ms evidente es que su institucin est inspirada en las antiguas legiones romanas que en su poca estaban constituidas por 3.000 soldados.

Cada Tercio se compona segn la autorizada versin del conde de Clonard de tres Coronelas, reducidas a 12 compaas de las 60 que en principio estaban compuestas. Cada Coronela era mandada por un coronel, y el mando de las tres lo ejerca un maestre de campo. De las 12 compaas, dos eran de arcabuceros y diez de piqueros. Su organizacin era la siguiente: maestre de campo, sargento mayor, furriel mayor, municionero, tambor general, capitn barrichel de compaa, teniente de compaa, mdico doctor, cirujano, boticario, capelln y 8 alabarderos alemanes para guardia de honor del maestre de campo.
La presente lmina muestra a tres componentes del Tercio Sicilia: un sargento con coselete completo, bacinete, calzas acuchilladas, alabarda y espada ceida; el arcabucero lleva gola de malla acerada, bacinete, calzas y jubn acuchillados, provisto de arcabuz y espada, frascos con plvora, saquillo para balas y la cuerda-mecha. El piquero lleva el coselete completo con manoplas, bacinete y armado de escudo, lanza larga y espada; las calzas acuchilladas.
El Tercio Sicilia, adems de actuar en sus comienzos por el Milanesado y el Piamonte, particip con Carlos V incluido en el ejrcito del marqus del Vasto y en el cerco de Viena por Solimn II. Sali de Viena en marcha con el Emperador en octubre de 1532 para llegar a Barcelona al ao siguiente donde se atendra a los preparativos para el asalto a Tnez y la Goleta, operacin que llev personalmente el Emperador en compaa del duque de Alba, don Alvaro de Bazn y Andrea Doria. En 1535 se dara la gran batalla y nuestro Tercio parece ser que se bati con notable bro hasta que Tnez fue conquistado victoriosamente.
Tambin intervino cuando el ataque por la posesin de Argel, donde las armas espaolas sufrieron un gran revs, ms bien debido a un inclemente temporal que no permiti una total accin.
Luego, el Tercio Sicilia recibi orden de acudir en ayuda del rey de Tnez, Muley Hassan. Cumplido el encargo, tuvo que vrselas al comportamiento de su maestre de campo, don lvaro de Saud.
Ya en las postrimeras del reinado del Emperador, en franca lucha contra los reformadores, actuara en la batalla de Mhlberg en el ejrcito del duque de Alba.
Al empezar el reinado de Felipe II, el viejo Tercio Departamental de Sicilia es enviado al norte de Francia y Flandes. Lucha en el ejrcito del marqus del Vasto por toda la Picarda sa e interviene despus en S. Pablo, Montrel y Terouann; luego en la Carmaola, donde perece el rival de Del Vasto, que es el marqus de Saluces.
Por la Ordenanza de 1560, el Tercio Sicilia queda aumentado en efectivos, sus compaas suben a 300 hombres y el Tercio a 3.000, quedando en previsin de una campaa que se va a llevar en gran escala por Flandes y que ser organizada por el tercer duque de Alba, don Fernando de Toledo. Nuestro Tercio lo manda ahora uno de sus ms insignes jefes: don Julin Romero y con l se cubrir de gloria en toda la pasada y larga campaa que ocasion la revuelta de los Pases Bajos.


Texto y Dibujo de Miguel Montaner


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