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La defensa en Amrica Latina: amenazas y modernizacin de las Fuerzas Armadas 2e593a

La conceptualizacin de las funciones de seguridad y defensa, luego del trmino de la Guerra Fra hasta nuestros das, ha transitado por diferentes caminos reflexivos para referirse a la forma en que se desarrolla el conflicto y sus efectos sobre el estado y la sociedad, dependiendo de la perspectiva terica. Este enfoque ha sido provocado, a nuestro entender, tras los cambios producidos en el entorno internacional que modific sustancialmente la dimensin del conflicto.

En efecto, con la aparicin de mltiples actores, tanto estatales como no, se comienza a transformar sustancialmente el sistema de relaciones internacionales, cruzando paulatinamente desde un mundo bipolar hacia uno multipolar, proceso que se percibe como beneficioso por sus alcances universales, vinculados al desarrollo econmico, poltico, social y cultural, que impulsaban la cooperacin internacional, augurando de paso una disipacin de los conflictos interestatales.

Sin embargo, dicho entorno globalizador present prontamente dificultades para armonizar con las nuevas demandas mundiales, lo que provoc el incremento de situaciones de conflictividad, como lo reflejan algunos investigadores vinculados con Estudios de Seguridad (Kaldor, 2001), las Relaciones Internacionales (Bellamy, 2002) y Ciencia Poltica (Mnkler, 2005), quienes advierten sobre el nuevo carcter de los conflictos, que comenzaban a permear, gradualmente, las fronteras estatales y que ltimamente se conocen como amenazas hbridas (Flemming, 2011).

Efectivamente, los hechos acaecidos en este perodo nos pusieron de manifiesto la presencia de otras manifestaciones asociadas al conflicto, tipificadas como amenazas multidimensionales por la OEA (Organizacin de Estados Americanos, Conferencia Especial sobre Seguridad, 2003), fenmenos que mayoritariamente se originan al interior de los estados y que, si no son identificados oportunamente, tienen alta probabilidad de diseminarse en su entorno ms inmediato, poniendo en riesgo la seguridad internacional (terrorismo, crimen organizado, flujos migratorios no controlados, trfico de drogas, emergencias y catstrofes naturales, entre otras).

Foto:Unidades de la Armada de Mxico (foto USDoD).

Ciertamente, seguridad y defensa, hoy por hoy, continan concentrando visiones y opiniones que generan consensos y disensos, dificultando la bsqueda de respuestas del nivel poltico que concilien el actual ambiente de seguridad internacional. El escenario descrito ha sido propicio para cotejar posiciones respecto del rol que deberan jugar los organismos encargados de la seguridad y la defensa estatal para responder a estos nuevos fenmenos.

La labor de intervenir o controlar dichas manifestaciones genera efectos directos sobre los modelos de seguridad y defensa y, por defecto, las polticas y estrategias que se deberan aplicar, entendiendo que la brecha que media entre ejercer la funcin policial y la defensa territorial se ha aproximado al extremo que prcticamente es difuso separarlas. Por consiguiente, se puede concluir que la lgica estructural que prim durante el perodo de la Guerra Fra ha quedado atrs y que hemos transitado hacia nuevos entornos de seguridad, donde la incertidumbre, la ambigedad, la multidimensionalidad de riesgos y amenazas descritos por la OEA exigen respuestas diferentes.

La transformacin del escenario ha sido, sin lugar a dudas, vertiginosa, cuestin, que exige una rpida sincronizacin con los nuevos fenmenos del Siglo XXI, observndose que transitamos desde aquellas agresiones militares (cada vez menos recurrentes), hacia escenarios de crisis (humanitarias, sociales, climatolgicas, etc.). En esta senda encontramos una marcada tendencia al incremento del crimen organizado transnacional, del terrorismo, de los ataques cibernticos y de la intensidad y frecuencia de los desastres y catstrofes naturales, exigiendo una nueva mirada en el rediseo de capacidades y empleo de las fuerzas armadas para enfrentar estas nuevas manifestaciones, cuya consecuencia ha significado una paulatina amplificacin y/o diversificacin de sus roles y funciones; evolucin que continuar en la medida que se valore y reflexione sobre nuevos escenarios de riesgos y amenazas.

Protagonismo de las fuerzas armadas

Tomando como punto de partida el consenso logrado en la Declaracin de Seguridad de las Amricas (2003), se observa que en la regin latinoamericana han perseverado dos corrientes relativas al nivel de protagonismo de las fuerzas armadas para hacer frente a las amenazas y desafos a la seguridad de los estados. La primera es aquella que, aceptando o no la eventualidad de los conflictos internacionales, prioriza -producto de la urgencia e inmediatez de las amenazas- su empleo en roles ms vinculados a la seguridad interior, ya sea con parte importante de sus recursos o con una fraccin de ellos; y en la segunda corriente se ubican aquellos pases que priorizan el mantenimiento y desarrollo de fuerzas armadas preparadas principalmente para enfrentar eventuales conflictos internacionales y en los que su participacin en tareas de seguridad interior se produce en circunstancias ms extremas o muy excepcionales y acotadas.

Foto:Un Mowag del Uruguay remozado en Chile (foto J. Montes).

En todo caso, las dos posiciones principalmente la primera afectan a la organizacin y funciones de las fuerzas armadas y, sobre todo, la perspectiva clsica de su existencia (ANEPE, CIEE, Balance Estratgico Sudamericano, 2016-17). Como se ha sealado, la licuacin de los lmites entre la seguridad interna y externa invita a debatir respecto de la manera que los diferentes pases latinoamericanos, en afinidad con la madurez normativa y estructural, han profundizado el aporte de la defensa al esfuerzo pas para enfrentar estas amenazas con caractersticas multidimensionales. No hacerlo sera desistir de uno de los principales instrumentos de que dispone el estado para enfrentarlas. La determinacin de los lmites y formas de hacerlo, conciliando su cultura y ordenamiento jurdico con la fuerza de la realidad, es el desafo.

En esta nueva dimensin es posible advertir que el sector de la defensa est incorporando paulatinamente en su quehacer asuntos no tan tradicionales, pero sustantivos en un contexto amplio de preocupaciones y tendencias. Entre ellos, la gestin sustentable de la defensa, el cuidado del medio ambiente, la contribucin a la preservacin de los recursos naturales, as como, tambin, la profundizacin de las polticas de inclusin, entre otros temas que estaran generando transformaciones en los enfoques de la defensa y en la ampliacin o en las nuevas dimensiones de sus funciones.

Paralelamente, a nivel global, y particularmente en Latinoamrica, se ha avanzado a pasos agigantados en asumir responsabilidades internacionales, calificadas como preocupaciones comunes, cuya principal manifestacin se ha plasmado en el incremento en la participacin de efectivos y medios en operaciones de paz y/o ayuda humanitaria, estableciendo como eje central la proteccin de la vida, junto con estabilizar aquellas zonas afectadas por el conflicto. Si bien, inicialmente, dichos despliegues se manifestaban con medios esencialmente militares, actualmente las estructuras se han ampliado y migrado hacia la participacin de civiles, escenario que demanda una adecuacin a las formas y modos de empleo que tradicionalmente efectuaban las fuerzas.

En torno a la inclusin, hay adems un desafo particular que tambin afecta a las fuerzas armadas. Se trata de la necesidad expresada por Naciones Unidas de incrementar el papel de la mujer en las instituciones de defensa, demanda que va ms all de su derecho a ser parte de todos los mbitos de la sociedad con el debido reconocimiento y trato. En el fondo consiste en incorporar las capacidades adicionales que se requieren de ellas.

Foto:El Ejrcito Argentino ayuda a la poblacin en todo el pas ante cada catstrofe o inundacin.

Podramos coincidir en esta instancia que la conflictividad mundial cada vez parece estar ms asociada a factores que estn fuera del alcance de los Estados y de all su complejidad para abordar temas comunes. Por esta razn no podemos dejar de reflexionar sobre los nuevos retos globales y sus efectos, que se derivan de la 4 Revolucin Industrial, paradigma que implica la convergencia de la ciencia, la biologa y la tecnologa, escenario que anticipa el aumento del desempleo y, por ende, impactara en la posibilidad de migraciones y desplazamientos sociales, entre los efectos cuantificables inmediatos, situacin que merece especial consideracin en algunos pases que han comenzado adoptar medidas.

En resumen, el sector de defensa y, en lo particular, las fuerzas armadas cada da enfrentan ms y mayores desafos, tendencia que ampliar sus roles y modificar sus funciones, asumiendo que nuevas lgicas de planificacin, diseo y desarrollo deben estar incorporadas para ocuparse de manera eficiente y eficaz de los riesgos y amenazas del Siglo XXI.

Los instrumentos

Como se ha sealado, hasta hace algunos aos el desarrollo de las capacidades estratgicas estaban estrechamente vinculadas a la necesidad de salvaguardar al estado de las amenazas a la soberana, mantener la integridad territorial y preservar sus valores. Hoy estos escenarios han cambiado y existe consenso en que las amenazas tradicionales han disminuido o mutado y han surgido otras de diferente tipo, que no tienen una naturaleza puramente militar, tales como el terrorismo, el crimen organizado, el trfico de personas y de drogas, las emergencias y catstrofes naturales muy particularmente potenciadas por los efectos del cambio climtico, entre otras.

Foto:La Fuerza Area de Chile opera en el territorio antrtico como muestra de los intereses del pas en ese Continente (foto FACh).

Por ello, es que el potencial de la defensa se ha adecuado a estas nuevas demandas de seguridad para, en conjunto con los otros actores estatales relacionados, hacerles frente y disminuir sus impactos. Adicionalmente, resulta elocuente la imperiosa necesidad de participacin en iniciativas cooperativas para el mantenimiento o sostenimiento de la paz y seguridad internacional, ya sea bajo el alero de coaliciones o bien empleando mecanismos de Naciones Unidas, escenarios que definitivamente implican una nueva forma de empleo de los medios de la defensa.

La organizacin y potencialidad de las Fuerzas Armadas no se concibe en relacin a las amenazas tradicionales, sino que a travs del desarrollo de capacidades estratgicas, entendidas como los medios humanos, materiales, equipos, sistemas e infraestructuras propios de la defensa nacional de un pas, que en suma sern el instrumento del que dispone el estado para los fines de su poltica exterior, la preservacin de su integridad territorial, la cooperacin internacional y el auxilio y proteccin de sus habitantes. Obviamente incluye la posibilidad de emplear medios en desafos de otro tipo, tales como las emergencias o catstrofes.

El involucramiento de los medios de la Defensa en las tareas derivadas de las situaciones de catstrofes o de emergencias que recurrentemente afectan al territorio y su poblacin, sean estas naturales o antrpicas, ha sido una tarea ineludible de la funcin de defensa, que ha requerido el mismo nivel de compromiso que las otras funciones de las fuerzas armadas y que demanda una preparacin y entrenamiento distinto al que se necesita para abordar las otras misiones. Todo indica que por diversos factores las catstrofes naturales continuarn siendo una constante en nuestra realidad y, an ms, la evolucin del cambio climtico nos sugiere que se intensificarn y ampliarn, generando nuevas tareas para las fuerzas armadas.

Desde esta perspectiva, la necesidad que el estado disponga de un instrumento en el que con una mirada a ms largo plazo se expliciten los desafos a la seguridad y a la defensa, con una clara visualizacin de los intereses nacionales, de los riesgos y amenazas de que se puede ser objeto y, quizs lo ms relevante, establezca cules son las capacidades estratgicas necesarias a alcanzar en un determinado plazo para hacerles frente, es hoy una necesidad indiscutible. De esta manera, el instrumento que se elabore deber alinear, orientar y coordinar de forma comprehensiva la accin de las correspondientes instituciones nacionales y de los diferentes actores sociales para enfrentar adecuadamente los desafos a la seguridad y de establecer la institucionalidad necesaria para estos fines.

Foto:Elementos de polica en entrenamiento con el 7SSFG del US Army (foto Steven K. Young).

Entre los instrumentos que podemos discutir se encuentran los libros blancos (de seguridad y/o defensa), los cuales han tenido una frtil produccin y prolfera divulgacin en diferentes latitudes, en cuyas pginas se plasman las polticas sectoriales que dan origen, en algunos casos, a orientaciones para planificaciones estratgicas y formulacin de programas. En otros casos, son considerados per se textos regulatorios para el sector.

As entendido, el libro pasa de una condicin ilustrativa de estudios a una normativa para el sector de defensa, abriendo el debate de los acadmicos y eruditos para avalar o contradecir dicho planteamiento, dejando establecido que este punto es crucial para el desarrollo de una poltica pblica con carcter multidimensional. Con todo, sea cual sea la finalidad de estos libros, su principal caracterstica es ser declaratorios, adems de expresar principios y anhelos nacionales. En ningn caso son documentos ejecutivos que permitan ordenar los medios disponibles a los fines deseados. Es decir, no son estrategias de seguridad y defensa.

Por ello es que, como solucin convergente a lo antes descrito, sera necesario disponer de una estrategia (o poltica) nacional de seguridad, que, adems de contribuir a informar a las respectivas sociedades y a la construccin de cultura de seguridad y defensa -indispensable al interior de cualquier estado-, permita articular y coordinar diferentes orientaciones pblicas y sectoriales formuladas para anticiparse a las amenazas, evitar riesgos, enfrentar situaciones y/o sucesos que puedan causar dao, buscando proteger a las personas, su poblacin o al pas en su mbito de aplicacin.

Adicionalmente, la definicin de una estrategia nacional de seguridad y defensa constituira un valioso instrumento para, en el contexto de la comunidad internacional, aportar una mayor transparencia a la generacin de confianza entre los estados y al fortalecimiento de la cooperacin internacional.

Los medios

El disponer de capacidades estratgicas funcionales, flexibles y adaptables, constituye e implanta un reto para el sector, ya que, junto a los riesgos y amenazas multidimensionales en constante evolucin, la sociedad global y local exhorta a las autoridades establecer mayores exigencias en pro de transparencia en el buen uso de los recursos, implantando otras variables que se caracterizan por sus complejidades propias, como contar con un presupuesto acorde a las necesidades del pas, las adquisiciones de material y sistemas deben integrar los costos de mantenimiento y sostenibilidad, vincular sus ciclos de vida y umbral de reemplazo, entre otros, que demandan una minuciosa, concienzuda y reflexiva planificacin.

Fundamental resulta para el ambiente estratgico lograr un adecuado balance de desarrollo de capacidades con caractersticas flexibles y adaptables, que cumplan el objetivo de servir como instrumento de proteccin (disuasin) y, por otra, como herramienta del estado para contribuir y colaborar en mbitos que la sociedad requiere. Por ello, y sin pretender dar lecciones sobre la materia, los medios deberan contar con algunas de las siguientes caractersticas:

  • Polivalentes (disuasin, cooperacin y no tradicionales).
  • Flexibles y adaptables (diferentes escenarios).
  • Seguros y confiables (eficientes).
  • Capacidad logstica de largo plazo.
  • Amigables con el entorno y medio ambiente (bajos impactos).
  • Interoperables (local e internacional).
  • Logstica flexible y funcional (mayor autonoma).

En este ambiente, los salones internacionales, exposiciones u otras muestras, como la Feria Internacional del Aire y del Espacio (FIDAE) 2018, evento donde se pueden observar sistemas de mando y control, inteligencia, comunicaciones y tecnologas de la informacin, as como plataformas areas, terrestres y martimas, entre muchas otras, tanto para uso civil como blico, constituyen una excelente tribuna a la que se debiera prestar debida atencin para el anlisis del desarrollo, tendencias y soluciones que se ponen a disposicin de las autoridades, crculos de decisin y planificadores estratgicos, contribuyendo as a lograr respuestas en sintona con los requerimientos identificados como prioritarios en distintos mbitos, donde la seguridad y defensa no pueden quedar ajenos.

Foto:Sistema de ametralladora a control remoto naval colombiano (foto J Montes).

En la misma lnea trazada por las ferias internacionales se encuentran las diferentes publicaciones vinculadas al sector (digital o impreso), como es el caso de la revista Defensa, que desde una perspectiva estratgica y especializada, y con ocasin de celebrar 40 aos desde su primera edicin, aporta con diversos anlisis y reflexiones crticas que merecen conocer aquellos crculos, organizaciones y personas que tengan inters en materias relacionadas con la seguridad y defensa.

Al finalizar este artculo, slo resta sealar que en sus lneas y reflexiones formuladas no se ha pretendido abordar en su totalidad y en profundidad las preocupaciones que ha debido enfrentar la seguridad y defensa en estos ltimos cuarenta aos. Sin embargo, se espera que sirva como instancia para convocar a otros investigadores, acadmicos y personas quienes, con altura de miras, se interesen en debatir sobre las ideas expuestas y con ello contribuir a la formacin de opinin en estas materias.

Fulvio Queirolo Pellerano: Profesor de Academia en la asignatura de Historia y Estrategia Militar; magister en Ciencia poltica, seguridad y defensa de la Academia Nacional de Estudios Polticos y Estratgicos (ANEPE); magister en Ciencias Militares con mencin en Planificacin y Gestin Estratgica (ACAGUE); tambin posee grado de diplomado en Seguridad Internacional y Operaciones de Paz; en Estudios Internacionales de Defensa (ANEPE) y Doctrina Operacional (ACAGUE). Fue observador militar en la misin de Naciones Unidas UNTSO, en Medio Oriente (2003-04); jefe de Departamento de Logstica en Hait, MINUSTAH (2007-08); y, finalmente, agregado militar de Chile en Israel (2013/2015). En la actualidad dirige la oficina de estudios estratgicos de la ANEPE.


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