Este es el titular con el que hace unos das el Daily Digest abra un artculo en el que, sorpresivamente, pintaba un sombro panorama para el presidente de Ucrania. Decimos sorpresivamente pues este medio es uno de los que, con ms acrrima fidelidad y fantstico triunfalismo, viene otorgando un tratamiento preferente a los xitos y fracasos de Kiev (magnificando los unos y acicalando los otros).
El artculo contina as: Volodimir Zelensky atraviesa uno de sus peores momentos. Su apoyo internacional se est debilitando pero adems estn comenzando a registrarse sntomas de desgaste y hasto dentro de su pas. Al hilo de este contundente titular trataremos de resumir cuales son los escollos que aparecen en la cada vez ms procelosa travesa de Zelensky (escollos que siempre han estado ah y que a estas alturas parece imposible maquillar u ocultar). Nos centraremos en tres asuntos: el campo de batalla; la coyuntura internacional y la situacin interna.
Lanzacohetes BM-27 Uragan, la artillera constituye uno de los elementos esenciales en la solidez de las lneas defensivas rusas
El campo de batalla l94n
Hemos de comenzar volviendo a decir lo ya dicho en anteriores ocasiones: salvo improbable colapso de alguno de los contendientes, la situacin en el campo de batalla va a cambiar poco y los reducidos avances que puedan producirse lo sern a elevadsimo coste.
La razn, la ya enunciada en el artculo que hace unos meses publicamos con el siguiente ttulo La contraofensiva 2023 condenada al fracaso: el otro foco de John Mearsheimer: Hay un factor clave que no puede ni debe pasar desapercibido, ni de cara al desarrollo de las operaciones ni al de futuras conversaciones de paz. Actualmente las zonas bajo control de los respectivos ejrcitos coinciden, con alguna reserva y matizacin, con las regiones donde la poblacin es afn, lo que facilita enormemente su control y defensa.
Hemos de reconocer que las fuerzas ucranianas lo han intentado con mucho valor y mayor obstinacin (tal vez demasiada). Pero la realidad es que a fecha de hoy controlan menos terreno del que tenan antes del verano y el coste ha sido enormes.
Las tropas de Kiev comenzaron atacando en el sector Zaporiyia donde, tras dursimos combates y a costa de terribles quebranto, lograron recuperar unos exiguos kilmetros cuadrados (que fueron vendidos como gran triunfo y preludio de la inminente victoria); la realidad fue que las lneas rusas no se rompieron y el avance se detuvo en seco. Kiev volvi a intentarlo en Bajmut con renovados esfuerzos pero con idnticos resultados: avances ridculos a un desorbitado coste (la prensa nuevamente anunci la propincua y aplastante victoria).
Finalmente se opt por quemar las naves en una osada operacin anfibia a travs del ro Dnieper, de nuevo algo parecido, los marines ucranianos consiguieron algunas cabezas de puente en la orilla izquierda del curso fluvial pero sin posibilidades reales de ampliacin o mantenimiento a largo plazo.
En el momento de escribir este artculo, las fuerzas ucranianas controlan, como decimos, menos terreno del que tenan antes del verano. La reducida zona conquistada en Zaporiyia resiste a duras penas y las tropas del Kremlin presionan para volver a recuperar Verbovoye y Rabotino (dos de los pocos y pequeos pueblos conquistados en la contraofensiva). En Bajmut la cosa va an peor, en el flanco sur los rusos estn recuperando el terreno cedido en Klischiivka, Andriivka y Kurdymovka; en el norte los avances podran llegar a amenazar las estratgicas posiciones de Chasyv Yar (abriendo una va de penetracin haca Sloviansk y Kramatorsk).
En el Dnieper tampoco mejoran las perspectivas, el trnsito de pertrechos (municin y abastecimientos) y personal (refuerzos y evacuaciones) en pequeas embarcaciones est sometido a la continua vigilancia y accin de drones y artillera; de hecho la cabeza de puente de Krynki (donde se han hecho los mayores esfuerzos), puede, salvo milagro, darse por perdida.
Pero adems las tropas de Mosc han tomado la iniciativa en otras reas como Kupiansk o Donetsk. En Kupiansk, al norte, parece que la finalidad es sobre todo distraer fuerzas de otros sectores. En Donetsk, capital de la oblast del mismo nombre, la situacin es ms compleja, el objetivo sera alejar de la ciudad a las fuerzas ucranianas que desde 2014 hostigan a la poblacin e impiden el uso del aeropuerto; al oeste los rusos han tomado Mariinka y en el este maniobran no sin grandes dificultades para cercar el fortn de Avdiivka cuya suerte, salvo sorpresa, est echada.
Las tropas ucranianas fuertemente atrincheradas en Avdiivka tratan de evitar el cerco del estratgico enclave
La coyuntura internacional 2t431o
Los reveses en el campo de batalla, la aparicin de otros focos de conflictividad (muy en particular en Oriente Medio a partir de la incursin terrorista de Hams en Israel) y el hasto de ciertos sectores de la sociedad occidental han hecho que la causa ucraniana est perdiendo momentum. Estados Unidos, a las puertas de unas elecciones y con divisin de opiniones (demcratas vs republicanos) no parece que vaya a seguir enviando ayuda militar en las magnas proporciones en que lo vena haciendo.
En Europa tambin se estn produciendo recortes anlogos y la unidad dentro de la UE, que nunca fue total, cada da lo es menos. En un reciente sondeo, el denominado Eurobarmetro planteaba la cuestin de si Ucrania debera continuar con una guerra total hasta recuperar todo el territorio o si deba optar por un compromiso de paz a cambio de territorios. Tan solo en cuatro pases la opinin pblica se decant por la primera opcin con los porcentajes que aparecen en el cuadro.
PAS |
A favor de guerra total |
A favor de paz por territorios |
No sabe No contesta |
Estonia |
63 % |
13 % |
24 % |
Dinamarca |
46 % |
24 % |
30 % |
Polonia |
43 % |
22 % |
35 % |
Reino Unido |
41 % |
19 % |
40 % |
El gobierno britnico, a pesar de las malas perspectivas y las ms que justificadas dudas, sigue manifestndose dispuesto a no abandonar a Zelensky quien, segn algunas opiniones est y sigue en el cargo por obra y gracia de Londres. Reino Unido es probablemente el pas occidental que ms ha tenido y tiene que ver con el conflicto y que, adems, parece decidido a llevar su implicacin hasta las ltimas consecuencias.
Hace tan solo unos das, el diario britnico The Telegraph publicaba una informacin donde en titulares anunciaba: Gran Bretaa impulsar el apoyo naval a Ucrania para que Kiev pueda prolongar la lucha. La iniciativa forma parte de un pacto de seguridad a diez aos que se firmar en las prximas semanas.
Segn todos los indicios, la armada de Su Majestad no renuncia a sus histricamente frustradas aspiraciones en el Mar Negro y parece que los buques de guerra britnicos volvern una vez ms a tan revueltas aguas (ver el documento UK-raine: Reino Unido el ms fiel aliado de Ucrania en la guerra contra Rusia).
El mayor peligro es que se trata de un pas de la Alianza Atlntica y un enfrentamiento directo entre buques rusos y britnicos podra provocar va artculo 5 del Tratado de Washington una escalada de imprevisible alcance (no sera la primera vez que un incidente naval constituye el casus belli de una conflagracin a gran escala). El riesgo ora medido, ora querido no es cuestin balad.
La movilizacin de la mujer se interpreta como una muy mala seal en lo que respecta a las capacidades de reclutamiento de Ucrania
La situacin interna 2s4z34
Los malos resultados de la batalla, la convulsa coyuntura internacional y dos aos de guerra han hecho sera mella en la cohesin de la sociedad ucraniana que, al igual que la europea, alberga serias dudas sobre los beneficios de continuar la guerra hasta consumar la cada da ms utpica derrota de Mosc.
La creciente desafeccin de la poblacin y los enfrentamientos de Zelensky con relevantes personalidades tanto de la vida poltica (como el carismtico alcalde de Kiev, Vitali Klichk) como de la estructura militar (como el propio jefe de las Fuerzas Armadas, general Valery Zaluzhny) no constituyen ningn secreto.
El principal y ms controvertido asunto es la movilizacin que constituye verdadero taln de Aquiles de Ucrania. En un contexto donde se registra un enorme incremento de las bajas y una rampante crisis en el alistamiento de voluntarios (nacionales o extranjeros), el pasado 17 de diciembre, el Jefe de la Inteligencia ucraniana, Kyrylo Budanov reconoca que para continuar la guerra las Fuerzas Armadas del pas necesitaban mantener alrededor del milln de efectivos y afirmaba que sin la movilizacin, el reclutamiento no podra satisfacer esas necesidades.
Hasta este verano, se estimaba al menos en Occidente que las prdidas rusas superaban las ucranianas; sin embargo, con la pregonada y contumaz contraofensiva la balanza, como mnimo, se ha equilibrado. En el apartado de personal, los clculos ms fiables apuntan a unas entre 300.000 y 400.000 bajas (muertos, heridos graves y desaparecidos) por bando. La reposicin de tan elevado nmero de combatientes no est resultando nada fcil. Los voluntarios ucranianos ya estn en el frente algunos desde hace aos y los extranjeros tambin han dejado de alistarse.
La denominada Legin Internacional que al principio tuvo cierto tirn, ahora anda de capa cada vindose obligada a relajar al extremo las condiciones de ingreso (los lmites de edad se han ampliado entre 18 y 60 aos y se han eliminado requisitos tales como la experiencia previa o el conocimiento del idioma ucraniano o ingls).
Aun as, no parece que el alistamiento de extranjeros vaya a revertir su decreciente tendencia. Por todo ello el jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania ha hecho llegar a su presidente, que en ausencia de voluntarios, resulta imprescindible movilizar 500.000 efectivos si se quiere continuar con la campaa militar. Todo ello en un marco en el que una elevada proporcin de personal movilizable trata de eludir la incorporacin a filas por todos los medios legales o no a su alcance.
El problema no es solo la cantidad sino, dicho sea con todo el respeto hacia los futuros movilizados, tambin y ms bien la calidad. Se est llamando a filas a hombres demasiado jvenes y demasiado viejos, sin formacin y sin experiencia, con poca moral y ninguna conviccin para dejarse la vida en el frente. Todo ello se est traduciendo en un muy significativo aumento de deserciones y rendiciones en unas tropas que, en ocasiones, empiezan a mostrarse poco combativas.
Para mayor abundamiento y en inequvoca prueba de que la situacin anda bastante mal, en estos ltimos das tambin se ha decretado la movilizacin de mujeres, si bien se ha matizado que stas no sern enviadas a las trincheras de primera lnea. En cualquier caso, sea en el frente sea en retaguardia la movilizacin forzosa de la mujer es una muy mala seal.
Visto lo visto, parece que el titular del Daily Digest no es gratuito y que, efectivamente, Zelensky se enfrenta a su hora ms oscura. La imagen y valoracin del otrora alabado e intocable presidente ucraniano no deja de perder enteros y algunos, dentro y fuera de Ucrania, comienzan a verle como un autcrata eglatra y mesinico que ha perdido la nocin de la realidad.
No queremos ser pjaro de mal agero pero, con la actual inercia y salvo inesperado giro argumental, la historia del actor que lleg a presidente y luego se meti a hroe podra tener un mal final.